NO SOLO BONSAI

Pues eso.... es mala cosa en la vida el ser "monotemático". Por encima de todo, el bonsai es lo que llena una gran parte de mi tiempo de ocio, pero no todo..... sería perder el enriquecerme con otras artes, otras manualidades y otras experiencias en definitiva, que me hacen crecer culturalmente.  De ahí que cultive el Suiseki, la pintura, el grabado, la talla, la música, la pesca ..... y bueno, por qué no, unos pinitos en la joyería casera.

Tengo bastante azabache, resultado de caminatas por zonas donde se encuentra, en acantilados junto al mar o en algunos desprendimientos de tierras.... etc.

El azabache es un lignito fosilizado,  que no es duro pero sí quebradizo y bastante frágil. Se trabaja con cierta facilidad, pero con el inconveniente de esta fragilidad. El tallado se puede realizar con máquina y alguna fresa de acero o muela de corindón. Yo he preferido hacerlo con cuchilla y cuter, Necesito sentirlo entre mis manos para trabajarlo, necesito que el negro polvillo ennegrezca mis manos.

El acabado se realiza a base de paciencia y lija de distintos números, hasta terminar con lija de agua.

Operación de pulido con muela de fieltro y pasta de pulir.

Un último trabajo de abrillantado, con un poco de aceite. El azabache de esta zona se caracteriza por tener un brillo especial, a diferencia de otros.

Pulido y listo para colocarle la fijación para la cadena.

El reverso lo he dejado sin trabajar, con el aspecto natural del azabache. Tan solo lo he limpiado con un cepillo.

Le he colocado un enganche para la cadena, para ver el efecto, a modo de nudo de ahorcado, de alambre de aluminio ( la que utilizamos para alambrar los árboles). Como me gusta el efecto, pues a llevarlo a un joyero y que lo haga tal cual, pero en plata. Esto ya se escapa de mi alcance.