Esta temporada de trasplantes, entre otros, le tocó el turno a este bonito Silvestris, ansioso seguramente de salir ya de este contenedor que ha ocupado durante años y lucir su buen porte en una maceta que resalte su correcto nebari, sus jines, su movimiento y su masa verde bien posicionada.
Le aprosimo un par de macetas para decidir cual es la que mejor le puede "sentar". Ambas son lógicamente redondas e incluso la segunda es el clásico tambor tan frecuente en pinos. Estéticamente me gusta más la primera, pero como suele suceder, el cepellón y la posición del mismo son condicionantes en la elección.
Tupida melena de raíces y tras una abundante eliminación de las mismas, plantado ya en su maceta
Y aquí está flamante con su nueva imagen feliz y contento..... los dos estamos felices y contentos.
Ahora a comer bien, a ponerse fuerte mientras le llega el momento de un nuevo alambrado y formado.
La herramienta imprescindible en bonsai tiene un nombre...... tiempo