Siempre resulta especialmente gratificante el hacer acodos aéreos y si la especie es la Glicinea, sobre manera.
La glicinea emite raíces abundantemente y en muy poco tiempo.
Esta que os muestro la acodé hace poco más de dos meses y viendo el resultado debí haberla retirado de la planta madre un poco antes de lo que lo hice, pues las raíces además de bastante gruesas (esto no está mal), estaban aprisionadísimas ciñéndose con fuerza a las arrugas de la bolsa de plástico.
Ahora ya está en su maceta de cultivo y dentro de un añito estará irreconocible.