Hace unos pocos días hicimos un taller Jaime, Ángel (antoce) y yo en casa de este.
Aproveché para contemplar en persona sus nuevas macetas y para pasear un rato junto a él entre sus "arbolines" (como le gusta decir). También para disfrutar de una placentera charla y degustar unes llampares afogaes..... que no se comen todos los días, con una buena sidra casera.
Al marchar nos puso en las manos Ángel, a mi un tambor de 40 cm y a Feli una de sus macetitas con una hermosa plantita de acento. Este hombre es así. GRACIAS AMIGO POR MUCHAS COSAS.
Bueno, el objeto del taller era trasplantar unos manzanitos suyos y este mio.
Se trata de un árbol que adquirí en el pasado congreso de Bembibre y todavía en su maceta de plástico. No es que se trate de un árbol de gran potencial, pero bueno, tal vez en unos años esté presentable y luzca bonito cuando esté cargado de flores y de manzanas. En definitava un árbol "agradable".
Llegó al taller ya sin hojas pero con toda la cosecha de manzanitas. Lo primero que se le hizo fué quitarle todas las manzanas, cosa que debí haberle hecho antes, al menos en su mayoría, para evitarle devilitación, pero confieso que estaba tan bonito.......
Jaime se encargó de desenmarañarle las raíces, retirarle el viejo sustrato y lavarlas a presión. Mientras yo fui colocando las rejillas y las alambres de fijación a la maceta.
Se eliminaron las raíces más gruesas y las cruzadas así como las más altas, con lo que además de ganar 9 centímetros de tronco, se mejoró considerablemente el nebari.
Para fijarlo a la maceta coloco un par de tornillos a 180º, en el corte dejado por una gorda raiz que se había quitado. De madera natural no contaba el árbol con otra posible fijación que coincidiese con los agujeros de la maceta.
Se plantó en un sustrato de akadama y volcánica en una proporción del 50%
Eran muchas las varas, pequeñas ramas mal situadas, horcas....etc que de una forma anárquica y hasta salvaje, tenían al manzano carente de la más mínima formación.
Para ello imprescindibles varios tensores y alambre de un considerable grosor, para posicionar algunas ramas ya de un notable grosor.
Y aqui el resultado final, con un cambio creo que más que notable.
Le queda por supuesto un futuro de mucho trabajo, hasta conseguir ramificaciones secundarias, terciarias...etc. e irle corrigiendo esas huellas de viejos cortes de ramas y que vayan formando callo de una manera natural.
Él va a contar con todas mis atenciones y yo cuento con todo el tiempo.
Nos entenderemos bien ambos.