Hoy le ha tocado a este Acer Monspessulanun ( Arce de Montpellier ) el renovar sustrato, que no maceta, y someterse a un recortado de raíces, de brotes mal situados etc... le ha tocado trasplante.
Este Arce goza entre nosotros de un cariño especial. Hace un año nos lo regaló un maestro amigo, nos lo regaló nada menos que Juan Liñares en una visita que le hicimos a su arboreto, una visita a aquella su tierra donde según me decía hace unos días con su sana sorna gallega, tan solo llevan una ciclogénesis..... lo que pasa que dura ya dos meses. Bueno, anécdotas aparte, su generosidad lo define, quienes lo conocen lo saben y mi duda sobre si soy acreedor a ella, pues aún persiste desde entonces.
Se trata de un triple tronco que llevaba muchos años en su poder y que él recuperó y al que fue dando con los años esta primera formación, nada fácil debido a los cortes superiores que la dificultan tanto y que solo con el paso del tiempo y algunos trabajos, irán desapareciendo y formando ápices correctos.
Primer paso lógico, soltar las alambres que lo mantenían inmóvil en la maceta. Esta fijación, aunque exterior, perfectamente colocada y protegida para no dañar la corteza. Mi intención es tratar de fijarlo de manera que no queden a la vista y deduzco que no me será fácil, pues ya lo hubiese hecho así Juan, hay que esperar hasta ver las raíces.
Confieso que nunca he visto tal meticulosidad en el fondo de una maceta, delicadísima la manera de colocar las alambres..... todo un maestro Liñares.
Siempre cuesta aflojar el cepellón, aún en casos como este en que es de solo unos centímetros de altura y en que la maceta no presenta esquinas ni ángulos. Las raíces crecen y se multiplican, ciñéndose con fuerza a las paredes.
La antigua alambre de fijación, ya comenzaba a marcar ligeramente la corteza, también el musgo su colonización de la misma.
No resulta fácil eliminar el sustrato viejo, sobre todo si está formado en buena parte aún por tierra del monte, frecuente también es encontrar raíces cruzadas y de mayor grosor que lo hacen aún más laborioso.
En el fondo de la maceta una capa de sustrato de drenaje a base de pomice y a situar el árbol.
La forma de las raíces y del nebari, como me temía, no presentan muñones ni salientes sobre los que colocar las alambres de fijación, así es que taladro y a otra cosa...... es importantísimo un inmovilizado total.
Como sustrato he utilizado un 80 % de akadama y un 20 % de pomice de grano medio.
Esta especie es muy propensa a brotaciones en rueda de carro, en axilas y también de forma vertical en las ramas, tanto hacia arriba como hacia abajo. Defectos que hay que corregir, juntamente con raíces externas y terminaciones bruscas y antiestéticas de otras viejas.
Sellado de los cortes con pasta selladora.
El tronco principal tiene una ancha franja en todo él, con retirada de sabia, es una zona a corregir igualmente y preciosa para disfrutar haciendole un trabajo de madera, que le conferirá mucho carácter. No es el momento para dedicar tiempo a estos menesteres que tanto apetecen, es tiempo de trasplantar y trasplantar deprisa además, no obstante no he resistido arrancarle unas virutas, si bien tan solo a modo de leve ensayo.
Concluído el trasplante, un par de fotos de ambos frentes, en las que queda claro lo necesario de un alambrado total y un posicionado de ramas..... pero esto será para otro momento.