Esta entrada se la quiero dedicar a mi amiga del alma, mi inseparable compañera de caminatas, mi ayudante en las recuperaciones..... mi amada perrita JARA.
Últimamente soy incapaz de ir al monte sin ella. Antes no había tenido perro. Antes, por lo tanto, no había experimentado la sensación de verla correr y correr feliz, con esa estampa de tanta plasticidad y libertad, yendo y viniendo mil veces a mi lado sin cesar. De tal manera que ella multiplica por tres los kilómetros que yo haga.
Una de las últimas caminatas ha sido a una zona de soto bosque, de arbustos, retamas y espinos...... monte bajo en general.
Enmarañado y semi ahogado, en dura pelea por sobrevivir entre zarzas y brezos, encontré este Prunus Spinosa. A medida que fui limpiando la maleza que lo cubría, me fue mostrando toda su belleza, su impresionante movimiento, su conicidad, su nebari y sus detalles de caracter
Le dije a Jara..... me ayudas? y dicho y hecho, se puso a escarbar con la ansiedad que produce el encontrar un árbol semejante.Tal fue la prisa con que comenzó la tarea, que sumado al cansancio de la caminata de la subida, pronto la hizo desfallecer agotada, tanto que casi se me duerme.
Asi es que, como las raíces ya descubiertas no deben esperar, tomé yo el relevo y terminé la recuperación, mientras mi ayudante descansa contemplando semidormida, la elegante belleza de este yamadori de negra y rugosa corteza, herida y cicatrizada por los avatares de los años.
Amigo y de fiel empeño es el perro...... con su dueño.!!!!!