QUERIDA PRIMAVERA

Mi querida primavera, discúlpame por no haberte saludado hasta hoy, tres días después de que llegaste. He de decirte que ya me habían anunciado tu inminente llegada, unas cigüeñas que recomponían apresuradas su añejo nido en la torre semi destartalada de una iglesia de la Ribera del Órbigo. También lo habían hecho unos manojos de Prímulas y sus inseparables amigas las violetas, en la ladera soleada y húmeda de un arroyo de esta mi verde Asturias.

Déjame que te sea sincero y te diga cuan deseada eras. Ya sabes.... es pletórico el verano, con vigor, frutos y fuerza a raudales. Es romántico, soñador y cargado de ocres tonos cromáticos el otoño. Es sosegado, reposado y frío, a la vez que triste el invierno...... Y eres tú, mi primavera, la gran eclosión de vida, de brotes, de flores multicolores y de sonidos. Eres la estación deseada por quienes amamos el bonsai. Supones el alivio a las dudas de si se producirá la añorada inchazón de yemas que anuncian la brotación en nuestros arbolitos, tras un letargo (largo y profundo letargo) con apariencia casi de rigor mortis.

He de darte las gracias, querida primavera, por lo cargada de obsequios que a mi humilde arboreto has venido.

Gracias por estas primeras flores (futuros membrillos), con las que has adornado mi Pseudocydonia.

Gracias por las robustas velas de mis Pinos Silvestris.

Fuertes y abundantes las yemas con las que has revestido mis encinas.

Intenso el ramaje que va formando los palcos de mi Endrino, en su camino hacia bonsai.

Sanisimas estas yemas que gracias a ti, presenta orgulloso mi Pentaphylia.

Claro síntoma de adaptación a la nueva vida, la que muestra este Prunus Spinosa y algo has tenido tú que ver en ello.

Y qué decir de mi manzano con estos racimos de futuras flores, antesala de abundante cosecha.

Has sido espléndida con mi perezoso Taxus.

Te has superado este año, con el colorido con el que estás vistiendo mi Arce.

No menos vistosos los curiosos tonos, casi otoñales, de las diminutas hojas de mi Zelkova.

No sere yo quien diga aquello de que has venido y "nadie sabe como ha sido"..... Has venido de puntillas, despacito, sin hacer ruido...... pero generosa como solo tú, mi querida primavera, eres entre las demás estaciones.