Hace un par de años encontré en un garden, un laurel de unos dos metros de altura, del que me llamó, poderosamente la atención su gran nebari.
El laurel no es frecuente, ni mucho menos, como bonsai. Yo de echo, no he visto ninguno. No es un árbol delicado de cultivar, pero el tamaño de sus hojas y seguramente otra alguna razón que desconozco, le hacen como desestimado para bonsai.
Hay retos especialmente atractivos a los que uno no se resiste.
En el buscador del blog, encontraréis sus inicios como "TRASPLANTE DE LAUREL". Lo pasé a maceta (regalo de Carpinus), en Marzo de 2010 y hasta hoy este ha sido su progreso.
Crecimiento desordenado que hoy me he decidido a corregir y modelar.
En primer lugar y como es preceptivo defino el frente, decidiéndome por el de la primera fotografía, pues aunque tal vez haya otro posible, como este que os muestro, el árbol se va hacia atrás, además de quedar oculta la madera en sari con que cuenta.
Labor de aclarado y eliminación de ramas prescindibles para la formación.
A base de "dieta" en su cultivo y algún que otro pinzado, he conseguido reducir de forma considerable el tamaño de sus hojas. La que muestro como referencia es cogida de un laurel junto a casa.