Tras decidir finalmente el frente definitivo, tarea no fácil por ser un árbol con muy buena madera por ambos lados y por haber tenido anteriormente la preformación justamente en la cara que he desestimado, le he hecho una intensa poda de brotes demasiado largos así como los que he considerado innecesarios para el diseño, o por estar mal colocados.
Aquí os muestro el boceto que he hecho sobre lo que pretendo a grandes rasgos, para su futuro.
Y así el estado de partida del árbol, si bien, en Junio le eliminé algunos largos brotes que a todas luces no serían útiles para el diseño.
Seguida y pacientemente, he suprimido hojas traseras, dejándole tan solo entre cuatro y seis en el ápice de cada rama o brote.
A continuación, alambrado y posicionado leve de ramas. Incluso, de momento, no he dejado nada más que insinuada la zona apical.
Dada la potencia del tronco, he decidido bajar considerablemente la primera rama de la izquierda, para compensar precisamente esta fortaleza visual de la madera en el lado derecho y además, con ello, conseguir crear mayores espacios entre las tres futuras masas de verde.
Para otro ratito dejo la limpieza de esta espectacular madera, a la que no veo necesario el aplicar polisulfuro, pues está totalmente sana, compacta y con un color de una gran naturalidad.