Pues nada, que los meteorólogos ( que se equivocan pocas veces ) nos han avisado de la llegada de vientos de ciento y muchos kilómetros/hora. Así es que a prevenir para que no haya que lamentar y árboles a resguardo. También anclages amarrados al suelo firmemente.
Por suerte el porche es amplio para albergar a los más delicados, así como macetas del jardín, sillas ....... etc.
El arboreto, aún en construcción, ha quedado como Fonseca..... triste y solo. Bueno, semisolo, en él han quedado un par de sabinas que por su peso resultan casi inamovibles y un ligustrum, también de gran peso y que aguantarán los envites del viento sin problemas.
Phillyrea latifolia: Cambio de planes.
-
En febrero, os presenté la Phillyrea latifolia.
Estaba recién llegada y decidí darnos un tiempo para conocernos.
Las dos siguientes son de abril, puse a...
Hace 2 semanas