Hace ya dos años que recuperé este raro ejemplar de haya. A veces en las raíces que están al descubierto o en los nebaris de los ejemplares viejos de haya, se encuentran estas deformidades berrugosas y en raras ocasiones, además acodadas de forma natural, como la que veis.
La verdad es que me gustó de puro fea y enseguida la imaginé brotada, alambrada y adosada a una buena roca.
Brotada lo está desde unas semanas después de la recuperación, alambrada lo está desde hoy y adosada a una roca lo estará para febrero o tal vez antes. Quiero ceñir ese arco a la piedra de la manera más ajustada posible ( para eso están las herramientas de diamante, para trabajar la piedra ) y pasarla, claro está a una bandeja o tal vez a una laja de considerables dimensiones, donde el elemento dominante sea la piedra.
La maceta actual le ha ido de maravilla, tanto con el verde del ramaje veraniego, como con los recientes ocres del otoño y que acaba de soltar. Fué un regalo de mi amigo y escelente ceramista "Antoce".