DE CAMINATA POR MI SUISEKI

Esta impresionante piedra, ha sido un generoso regalo de mis amigos Pili y Miguel. En un primer momento me gustó, me gustó mucho.... me encantó. Posteriormente, he de decir que ha llegado a entusiasmarme, a abstraerme en su intenso paisaje. Cuanto más la contemplo  más me capta, más me sugiere, más me transporta a lugares reales vividos, tales como varias cuevas interiores o abruptos acantilados costeros, como la playa de Las Catedrales en Lugo o algunos paisajes tallados por la fuerza del mar y del viento en la costa de Llanes en Asturias.

Sumergido en ella me evado de cuanto me rodea, mi mente la camina, baja a sus grutas, pasa bajo ese su arco, hace escalada por su abrupta y sorprendente superficie, se detiene a contemplar sus estalactitas....

Me relaja, me atrapa.

Esto es cuanto te debe trasmitir una piedra, para ser elevada a la categoría de Suiseki.

Esta además da para todo un reportaje fotográfico, como si de toda una montaña se tratase. Solo le falta que  habiten unos murciélagos algunos de los techos de sus muchas oscuras grutas o endiduras.

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Un Suiseki, por definición, es una piedra formada por la erosión natural de los elementos, capaz de sugerirnos paisajes o figuras de seres u objetos relacionados con la Naturaleza. Por tanto, estamos ante un Suiseki, pero es más.....

AMAYADORI.- Piedra que ofrece al caminante un refugio de la lluvia.

DAKOTSU-ISHI.- Piedras de la cueva. Los huecos y las cavidades en estas piedras se asemejan  a las cuevas o cavernas. La cueva es sugerida preferiblemente por una o varias cavidades profundas.

DOMON-ISHI.- Piedra de túnel. El agujero o los agujeros en estas piedras sugieren un túnel de paso o arco natural. Normalmente el túnel pasa totalmente a través de la piedra.

HADAME.- Textura o piel de la piedra, resultado de la erosión de los elementos.

Ahora a pensar en qué tipo de Daiza sería la ideal, y pronto manos a la obra.