Siempre resulta especialmente gratificante el hacer acodos aéreos y si la especie es la Glicinea, sobre manera.
La glicinea emite raíces abundantemente y en muy poco tiempo.
Esta que os muestro la acodé hace poco más de dos meses y viendo el resultado debí haberla retirado de la planta madre un poco antes de lo que lo hice, pues las raíces además de bastante gruesas (esto no está mal), estaban aprisionadísimas ciñéndose con fuerza a las arrugas de la bolsa de plástico.
Ahora ya está en su maceta de cultivo y dentro de un añito estará irreconocible.
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Menuda melena. Seguro que funciona bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya nos enseñaras su evolución y esa espectacular floración (anda, me ha salido un pareado).
ResponderEliminarUn abrazo.
Seguro Ángel, ya sabes que esta especie sale adelante con suma facilidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
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Por supuesto Martín que lo haré. Es cierto que su floración es espectacular como pocas.
Un abrazo.
que facil parece el arte del bonsai cuando eres tú quien lo describe...
ResponderEliminarbonito el pajarin, x cierto...
un besazo
No es fácil fácil.... pero no es difícil. Entonces qué coño es?
ResponderEliminarDejemoslo en que el paxarín ye muy guapin.
Un beso, mi niña.