Con la ayuda de mi padre ( 86 añazos bien llebados ), nos ponemos manos a la obra.
Él va podando los sarmientos, con la experiencia de haberlo hecho en muchas ocasiones en sus tierras de Extremadura.
A continuación yo cavo en circulo la fosa con la satisfación y extrañeza de ir encontrandome con un montón de raices.
Pero la tierra arenosa se va desmoronando y aparece lo típico en la recuperación de parras, un gran tronco vertical y largo, con tan solo unos pelillos de raices. Por suerte se había producido un acodo natural en la parte alta, que presentaba un precioso cepellón de raices, que serán su garantía de vida en el futuro.
Creo que tendré que ir al dentista a que me lime los dientes que me está creciendo de envidia,de la sana.
ResponderEliminarOtra vez enhorabuena.
montroooooooo que cositas mas pequeñas te has apañao jejeje
ResponderEliminarque retorcidas tio....vaya que si
a disfrutar de ellas.
un saludo montro
Muchas gracias, Angel.
ResponderEliminarCordobés...... Tú si que eres un montrooooo. Ya sabes, burro grande ande o no ande.
Saludos.