Eso es lo que le sucede a este mi membrillero ( árbol de 1,03 x 1,05 metros), con un potente y hueco nebari y una ramificación bien formada, todo ello con una espléndida corteza, pero semi ocultada por un denso follaje.
Como primer paso le he retirado algunas alambres ya innecesarias y le he realizado un "aclareo", este sí, más que necesario.
También aprovecho para limpiarle el musgo y retirar del sustrato los restos de abonos sólidos.
Para esta tarea cuento con la ayuda y la meticulosidad de mi amigo Ángel (Antoce).
seguro que mi cuñado te agradece lo de la sidra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Enhorabuena por ese maravillosos ejemplar.
ResponderEliminarYo comienzo ahora a trabajar uno de porte similar al tuyo y segun tengo entendido son complicadillas de ramificar ya que tienen una fuerte tendencia apical,¿podrias darme algun consejillo sobre las particularidades de esta especie por favor?
Un saludo.
Primero fue "peluquería", ahora "maquillaje"; ese "salón de belleza" va funcionando de maravilla, sobre todo por los líquidos que utilizan (sidra, creo que se llama). Bromas aparte, ya en su día me llamó la atención el porte de este ejemplar y ahora es el como ha quedado. Va por buen camino. Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sin ninguna duda mi querido amigo, la vida se compone de momentos así, de lo contrario todo carecería de sentido…
ResponderEliminarUna vez mas y después de unos días alejada de este medio, he podido disfrutar de todo eso que nos muestras, con esa sensibilidad y cariño hacia lo que haces que te caracteriza…
Gracias por compartir y por ser como eres ;-)
Un besazo desde este otro lado!
Muackss!!
Peroooo...¿la sesión de maquillaje era para tí, para Angel, para ambos?...
ResponderEliminar¿O era para el árbol?, jejeje.
A ver si hay suerte y lo vemos expuesto en el Niemeyer así de maquillado.
Un saludo para los dos.