Me llamó la atención el seco cauce del río, cosa no habitual en esta tierra, y como es lógico en los que amamos tanto el bonsai como el Suiseki, las piedras de su lecho . Asi es que decidí hacer parte de la subida, entre resbalones en las húmedas piedras y sorteando grandes árboles caídos.
Tras mirar y remirar y voltear numerosas piedras, hay una que me atrae especialmente por su forma poco normal.
No se equivocaba quien te recomendó la ruta. Parece un lugar mágico. No me extraña que hayas encontrado esa preciosa piedra ahí. Creo que buscando mas a fondo encontrarías muchas mas, pero entonces no hubieses disfrutado tanto del paisaje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gusta perderme por lugares así, pero para eso aquí en mi tierra, tendría que hacer algunos kilómetros. En fin, a mi me parece una rana pero eso....
ResponderEliminarSaludos
Muy aparente esi morrillu.
ResponderEliminarQue maravilla ese bosque tan cercas del mar. En que zona vivimos y que poca importancia le damos.
Un abrazo.
Eres increíble Yoyo…me encanta viajar contigo a todos esos lugares mágicos, sentirte de la mano y con la ilusión de un niño, con cada planta, piedra, tesoro encontrado, pulido y mimado…
ResponderEliminarGracias amigo, por la belleza de tu alma, que está impregnada en cada imagen, hazaña y palabra, que compartes en este medio o camino, por el que me siento feliz de haberlo recorrido…
Muackss!! ;-)