El pasado fin de semana, en una visita a mis padres en su refugio de un pueblecito de León, y como la tarde-noche se presentaba fresquita, me puse a prender la chimenea como antesala de una agradable velada en torno al fuego.
En una esquina del patio está el montón de leña, pero resulta que donde unos ven solo "leña", otros vemos bellas formas y maderas muertas ideales para convertirlas en Tanukis.
Se trata de raíces de brezo con mucho potencial y belleza, como podeis comprobar.
He limpiado algunas de ellas y quedan al descubierto bellísimos nebaris y retorcidas formas.
El propósito es compartirlas con amigos que le gusten y que no puedan acceder a ellas.
Está claro que la liebre salta en cualquier recodo del camino. Todos preciosos para ese fin.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Martín.
ResponderEliminarCreo que voy a dejar a mi padre sin leña!!!!
Saludos.
No hace mucho tiempo ni nos habriamos fijado. Déjale algo de leña a tu padre pues no tendrás tiempo para prepararlos todos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto, Ángel,¡Cuanta "leña" tendremos vista cuando no veíamos más que eso.
ResponderEliminarPrepara algun arbolín para una de ellas.
Un abrazo.
Verdaderas manos de artista tienes Yoyo, porque de por sí ya esas son piezas únicas que nos ofrece la naturaleza, en su estado bruto; pero llegas tu y "pules el diamante", dejándonos asombrados con tan particular obra de arte!
ResponderEliminar...Eres único!!!! Un beso guapo!!!
Qué te puedo decir, mi amiga Boli, si no que todo el mérito es de la naturaleza.
ResponderEliminarEste humilde amante suyo, tan solo ha hecho el vérselas y limpiarlas.
Muchas gracias y un beso.
muy bueno papá...como siempre...
ResponderEliminarun besazo
Veo que estás en un gran momento creador.
ResponderEliminarRecuerda aquello de "Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando".
Gracias, mi niña.
Un beso.