Equilibrio este a conseguir, aún cuando la planta de acento posea por sí sola una gran belleza, encanto u originalidad.
En la terminología japonesa se la denomina "Kusamono".
Consciente de que no es una especie fácil, ni mucho menos, como bonsai, la verdad es que no pude resistirme a acodar este tronco de abedul tan perfectamente cicatrizado y con esta madera tan espectacular.
Pasados dos meses quité el plástico negro para comprobar si había raices y quedé sorprendido con la abundancia y la calidad. No tenía seguro que las echase, dada la vejez del árbol y la madera vieja que baja por detrás.
Lo planté en volcánica con un 5% de tierra negra de jardín, con las consiguientes hormonas. (Tal vez no eran necesarias, pues el enraizado ya se había producido, pero tras ver los resultados, doy por bueno lo hecho).