Recuerdo una tarde del pasado invierno, haciéndole la limpieza de agujas a un pino silvestre, bajo la curiosa y atenta mirada de unos ojos que lo hacían complacientes y con admiración...... eran los de mi madre. Tras la limpieza de agujas, vino la lógica limpieza del sustrato, que a causa del musgo, suele resultar un tanto laboriosa. Siempre práctica mi madre, me dijo: "Por qué no cubres la maceta con alguna cosa y te ahorras lo que estás haciendo ahora?, te voy a hacer yo algo que te va a ser muy práctico, ya lo verás". De un paraguas seminuevo del que el viento dió buena cuenta, "entamó" en un santiamén este babero, con un sencillo sistema de cierre que se adapta a cualquier diámetro del tronco y a cualquier tamaño de maceta. Tiene además la interesante ventaja, de que al ser tela de paraguas, no cala y por lo tanto es ideal para aplicar fungicidas, abonos foliales u otros productos que no deban caer al sustrato. Este Pentaphylia estaba infectado de un hongo en las zonas inferiores de las ramas y tras aplicarle el Oraldine, le dí un lavado a presión para que arrastrase los restos de ambos. En esta operación estrené y comprobé lo eficaz del invento.
Me encantan... los caducos
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Me gustan tanto que de 42 árboles entre proyectos, prebonsáis y los que
están más avanzados, 24 son caducos, es decir, un 57%.
Este otoño han estado un p...
Hace 1 semana
Mas sabe el diablo por viejo que por diablo. En este caso creo que podemos cambiar lo de diablo por ángel.
ResponderEliminarSaludos y un beso para esa madre.
Amigo Martín, un millón de gracias.
ResponderEliminarEsa madre además tiene 87 años y cualquier día me acompaña en una de mis caminatas por el monte. Es espectacular.
Saludos cordiales.
Bueno mi querido yoyo, no hay como el consejo de una madre, que aun a sus 87 años te lo ha demostrado con hechos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Cierto Yessi.
ResponderEliminarLo que es la vida... en otros momentos le tocó confeccionar baberos para un crío, y ahora los hace para sus árboles.
Un beso.
Jejeje, que bueno…me encantó el invento, e imaginar a tu madre observándote y pensando aquello…encantadora anécdota Yoyo, gracias por compartirla ;-)
ResponderEliminarMuackss!!
Gracias siempre a ti, Ginebra, en especial por estar aqui en este momento de "retiro" que te has tomado.
ResponderEliminarUn beso.
Doy fe de lo práctico que resulta su uso. No se a quien dar las gracias si a la madre o al hijo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Ángel.-
ResponderEliminarUna faceta muy agradable dentro del bonsai, es la de compartir.
Un abrazo.
ese arbolillo una maravilla,me gusta y no entiendo mucho,pero el invento me parece si es para lo que creo que es una grandiosa cosa, es que las madres son las madres,nos dan la vida y su sabiduría y su sonrisa diario.que seriamos nosotros sin las queridas madres.
ResponderEliminarCuanta razón tienes, amigo Jorge....
ResponderEliminarEn principio sin ellas, de nosotros no sería nada... nosotros no seríamos nada.
Saludos cordiales.
jajajaja...materiales para el faldon, 3euros, transporte hasta casa, 5euros, tener una madre modista, no tiene precio...jejjeejeje...muy bueno papa, como siempre
ResponderEliminarNo olvides nunca que las cosas pequeñas, son tan importantes como las grandes.... y que además en ocasiones con valores sentimentales, no crematísticos..... (jó que palabra más fea)
ResponderEliminarUn beso mi niña.
Gracias por tus palabras, Ricardo.
ResponderEliminarTe deseo lo mismo.
Un abrazo.