La vid es una planta sarmentosa, cuyas ramas tienden a trepar ( de ahí, junto al tamaño de sus hojas, sin olvidar la necesidad de tratamientos químicos contra plagas, parásitos, podredumbres de madera.....), el que sea tan poco frecuente como bonsai.
La belleza de sus formas y su madera en ejemplares viejos como este que os muestro, me han entusiasmado y animado a dedicarle el tiempo y los cuidados que por tanto se merece, con el propósito de tratar de conseguir en el futuro un bonsai de esta maravillosa especie y además aprender de la experiencia.
Allá por los últimos días del pasado Marzo, recuperé en una viña de un familiar esta maravilla, con la gran suerte de que había acodado de forma natural a ras de suelo, con lo que el problema de las largas pivotantes, habitual en esta especie, me lo dio resuelto.
Brotó con gran fuerza y expandió pronto sus raíces en abundancia, hasta el punto de hacerme pensar que el cajón que le hice sera en breve pequeño.
La forma de la base me parece muy buena, con una vena viva que caracolea entre maderas muertas de una elegante manera.
Esta sera su parte trasera, que ganará mucho cuando le suprima el brazo izquierdo de la cruz que forma, y le reduzca considerablemente esa madera muerta que tiene horizontal y que no deja ver otras bien colocadas y de mayor belleza tras ella.
Detalles de la madera antes de comenzar a trabajarla.
Ayer que el día no invitaba a salir de casa, le he realizado el trabajo de limpieza y tratamiento en las zonas muertas, así como a las venas vivas.
Me encontré con que en su enrevesado interior, habitaban cinco variedades de "ocupas". ( Tal vez haya sido yo el que ha invadido la que ha sido su estancia desde hace tiempo ), por lo que esta operación de saneo era más que necesaria.
Aplicación de polisulfuro, cuidando que no llegue a blanquear del todo, y vaselina a las venas vivas.
Una vez concluído, tras seis horas en compañía de una buena música y de mi inseparable perra "Jara", solo me queda disfrutar de tanto movimiento y de la belleza que escondía tras la suciedad y la vieja corteza, esta mi primera parra recuperada.
He cortado 25 milímetros al frente del cajón, para mostrar la base del nebari.
En el momento de plantarlo en maceta, próxima primavera tal vez, aún descubriré otro par de centímetros más.
La rama horizontal de la derecha sobra en el diseño. El objetivo es dejar un corto muñón para tallarlo como jin. De momento me ha parecido prudente mantenerla, hasta que esta primavera se confirme la brotación de las demás, por si me viese obligado a cambiar el diseño.
Detalles del entrelazado con que envuelve la vena viva a la madera.
A la vista del resultado, no puedo menos que pensar cuanta belleza hay oculta en esos anchos y alineados viñedos que todos hemos dejado a derecha e izquierda, por esas carreteras castellanas, manchegas, catalanas, extremeñas o gallegas......
Y ahora, y una vez más, a esperar el paso del tiempo ( siempre el tiempo en bonsai ).
A esperar ilusionado la primavera !!!!
Viendo los resultados se da por bueno el mal tiempo de este fin de semana.
ResponderEliminarQuedó de cine y como siempre tomando nota de detalles.
Saludos desde El Oriente.
Gracias, Angel.-
ResponderEliminarHoy el día sigue parecido, pero hoy ha tocado jugar con el barro. He tomado buena nota del blog de un amiguete.
Saludos.
estupendo trabajo y exclente las explicaciones. tomo nota.
ResponderEliminar¿Con que fresas.cepillos etc limpias la madera? para que quede sin marca de las herramientas.
ResponderEliminarGracias, jmc.-
ResponderEliminarUno en su modestia, trata de hacer siempre las cosas lo mejor que puede.
Saludos.
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Te comento por correo, Angel.
Bueno...y ahora falcon crest. Ande estará ese viñedo que a ese, por tamaña extensión, si que me remango y me atrevo a vendimiarlo yo solito.
ResponderEliminarSi hasta me estas metiendo ganas de hacerme con una parra de esas.¡menuda pieza!.
Ya ves qué parras se dan aquí junto a la mar!!!
ResponderEliminarDesde luego que no se puede negar que es un tema bonito....
Saludos.